El lunes 20 de enero de 2025, Donald Trump asumirá nuevamente la presidencia de los Estados Unidos, marcando un momento histórico en la política estadounidense al ser el primer presidente en más de 130 años que regresa al poder después de haber dejado el cargo. Fue Grover Cleveland, el único presidente en la historia del país que ha servido dos mandatos no consecutivos (1885–1889 y 1893–1897) y ahora con Trump se repite, lo que lo convierte tanto en el 22.º como en el 24.º presidente de los Estados Unidos.

Preparativos en los exteriores del Capitolio para la jura del cargo de presidente. Foto: EFE

Esta ceremonia, cargada de simbolismo, tradición y protocolo, se llevará a cabo en un contexto de profunda polarización política y nuevos desafíos globales. A pesar de las tensiones, el #protocolo, la #etiqueta y el #ceremonial estarán al frente para dar forma a este evento que simboliza la continuidad democrática y el inicio de una nueva administración.

¿Qué sucederá el 20 de enero?

La investidura estará organizada por el Comité Conjunto del Congreso para las Ceremonias de Toma de Posesión, que supervisa todos los aspectos logísticos y ceremoniales del evento. La ceremonia se realizará en las escalinatas del lado oeste del Capitolio, una tradición instaurada desde la presidencia de Ronald Reagan en 1981.

Itinerario del día

Noche previa: Trump y su familia pasarán la noche del 19 de enero en la Blair House, la residencia oficial para huéspedes presidenciales.

    Misa en St. John’s: El día comenzará con una misa en la Iglesia Episcopal St. John’s, conocida como la “Iglesia de los Presidentes”.

      Ceremonia de juramento: A las 12:00 del mediodía, Trump jurará el cargo sobre una Biblia de significado personal, cumpliendo con el mandato de la 20ª Enmienda de la Constitución de Estados Unidos. La Constitución de Estados Unidos originalmente establecía que el presidente debía tomar posesión del cargo el 4 de marzo, pero la 20ª enmienda cambió esa fecha al 20 de enero (o 21 de enero si el día anterior cae en domingo).

      Homenaje en Arlington: En la tarde, el presidente depositará una ofrenda floral en la Tumba del Soldado Desconocido, acompañado por expresidentes y líderes nacionales.

        Elementos simbólicos

        La estética del evento estará marcada por los siguientes símbolos nacionales:

        Aspectos distintivos de 2025

        1. Mayor asistencia presencial: Se espera un mayor número de asistentes en el National Mall, aunque se implementarán estrictas medidas de seguridad debido a las tensiones políticas.
        2. Transmisión híbrida: Para llegar a una audiencia global, el evento será transmitido en múltiples plataformas digitales, consolidando el formato híbrido que debutó en 2021.

        El poder de la tradición

        Más allá de los debates políticos, la ceremonia de investidura representa un momento de unidad nacional y un recordatorio del compromiso con la democracia. Este evento no solo demuestra tradición, sino también cómo el ceremonial se adapta a las circunstancias sin perder su esencia histórica.

        Juramento presidencial: un acto solemne

        De acuerdo con la 20ª Enmienda, los mandatos presidenciales comienzan oficialmente al mediodía del 20 de enero, cuando el presidente electo presta juramento. La fórmula del juramento, estipulada en el artículo II, sección 1 de la Constitución, es:

        “Juro (o protesto) solemnemente que desempeñaré legalmente el cargo de Presidente de los Estados Unidos y que sostendré, protegeré y defenderé la Constitución de los Estados Unidos, empleando en ello el máximo de mis facultades”.

        Por lo general, el presidente de la Corte Suprema de Estados Unidos es quien toma los juramentos del vicepresidente y presidente electos. 

        A lo largo de los años, la mayoría de los presidentes han prestado juramento con la mano sobre una Biblia, aunque no es un requisito indispensable. La Constitución de los Estados Unidos, en su artículo VI, establece que “no es necesaria ninguna prueba religiosa para ejercer cualquier cargo o confianza pública”. Esta tradición la inició George Washington en 1789. Un dato curioso es que Franklin Pierce, en 1853, fue el primero en elegir la palabra “afirmar” en vez de “jurar” y rompió el precedente al no besar la Biblia.

        El discurso inaugural

        Desde 1789, todos los presidentes han pronunciado un discurso inaugural, cuyos textos han variado en longitud desde las 8,445 palabras de William Henry Harrison hasta las 135 de George Washington en su segundo mandato. Este discurso establece el tono y las prioridades de la nueva administración.

        La partida del presidente saliente

        Tras las ceremonias de juramento, el presidente saliente y la primera dama abandonan el Capitolio para comenzar su vida pospresidencial. Tradicionalmente, esta partida se realiza con poca ceremonia, en presencia de algunos miembros de su gabinete, funcionarios y amigos personales.

        El desfile inaugural

        El desfile es otro momento destacado de la investidura. La segunda toma de posesión de Abraham Lincoln, en 1865, fue la primera vez que los afroestadounidenses participaron en un desfile inaugural, mientras que las mujeres se unieron por primera vez en 1917, al inicio del segundo mandato de Woodrow Wilson.

        Un evento cargado de historia y adaptación

        Este evento no solo cautiva a audiencias en todo el mundo, sino que también combina historia, poder y emoción. En 2025, la atención estará puesta en los discursos, los detalles protocolarios y cómo esta ceremonia refleja la fortaleza de las instituciones democráticas estadounidenses.

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