Es fecha ya de ir preparando los contenidos así como depurar la base de datos de nuestros clientes y colaboradores a quienes enviaremos una tarjeta corporativa navideña. Quizás ahora mismo te preguntes si sigue siendo una práctica habitual en estos tiempos, donde gran parte de la comunicación corporativa se hace por medio de canales digitales pero lo cierto es que sigue siendo una manera personal y efectiva de celebrar esta época.
Y bueno, no es que esté pasado de moda el envío de este detalle, solo es necesario ser más cuidadosos en los modos y formas. Si hemos decidido hacerlo ( Enviar la tarjeta) , hay que tener en cuenta que además de reforzar el lazo personal, también posicionamos a la empresa y generamos una experiencia positiva que puede ser de utilidad en diversos sentidos.
5 puntos básicos.
Conoce bien a tu cliente o colaborador y usa las palabras correctas y sobre todo, respeta sus creencias, tradiciones y religión. Si bien es cierto que las fiestas decembrinas, además del toque religioso, son también fechas para la reflexión de lo hecho en el año, en este caso, más que recurrir a conceptos religiosos, puedes usar elementos que refieran a las emociones y sobre todo, al anhelo de mejores cosas para todos. Tip: el usar “Felices Fiestas” será una buena forma de desear bien sin herir sensibilidades
Ten tu base de datos actualizada . Esta debe ser una tarea atemporal y permanente, pero tomate el tiempo para confirmar que la información que tengas de tus contactos sea la correcta -nombres, cargos y ubicaciones-.
Personaliza. La experiencia comienza desde el tipo de material que eliges para el papel de la tarjeta, el diseño, los colores, las imágenes, el contenido, bueno, hasta la forma de entregarlas, digo, es bueno recibir una tarjeta navideña, pero si te llega en enero como que pierde ya el impacto. Sea como sea, el caso es que aunque mandes 100 tarjetas, trata de adecuar el mensaje al destinatario y firmar de puño y letra la felicitación. Si te has decidido por usar una tarjeta digital, puedes dejar un mensaje en el cuerpo del texto del correo.
Tu tarjeta es la imagen de tu empresa . No olvides que es un detalle institucional y por lo tanto, trata de ser coherente con tu identidad e imagen corporativa
Manda las tarjetas solo y si lo sientes. Puedes recurrir a una llamada telefónica, un mensaje, o hasta un evento tipo cocktail para tus clientes, lo importante es que sea un esfuerzo natural y no debe sentirse obligado.
No podemos olvidar que estas fiestas navideñas, desde el punto de vista empresarial, son grandes oportunidades para generar una experiencia y una memoria de la empresa y sus colaboradores, en la mente de nuestros clientes y consumidores.