Hoy quiero contarte sobre un evento que organizamos como parte de los festejos por los 10 años del teatro y que celebremos en diciembre del 2020.

En la ciudad donde vivo, León, Guanajuato, los casos de COVID-19 han ido al alza y diciembre no fue la excepción. Hemos ido del semáforo amarillo al rojo y eso pues como te imaginarás, causa mucha incertidumbre en que hacer y cómo hacerlo ¿no?

Como te decía, trabajo en un Teatro, en donde hemos producido óperas los últimos 10 años y ha sido un referente nacional. Antes de la pandemia, había grandes planes, pero en marzo del 2020 todo cambio y aunque teníamos la esperanza de que en diciembre del mismo año todo cambiará, no fue así.

Aun con esto, en septiembre empezó a darse la idea de llevar a cabo un concierto de Gala, con una selección de algunos momentos más destacados del repertorio operístico que han sido brindados durante los primeros diez años de vida del recinto, pero con la particularidad de que fuera en la voz de célebres solistas nacionales , en un formato híbrido, con aforo limitado y transmisión en vivo por televisión y por redes sociales de forma simultánea.

Y pues los retos comenzaron.

Lo primero fue confirmar con los artistas su disponibilidad y disposición para participar en un evento de esta magnitud, fueron 19 solistas, y más de 150 personas entre creativos, músicos, coros, staff y proveedores.

Cada uno de ellos tenía accesos controlados y diferenciados de los demás, de tal manera que evitáramos tener grupos combinados, en lapsos prolongados. Así, en croquis y en físico se marcaban zonas que luego eran señalizadas para mayor control.

Cada grupo tenía acceso a baños y espacios para descanso, siempre con las medidas recomendadas.

El siguiente reto era el público, por lo cual se habilitó un prerregistro donde podían apuntarse hasta dos personas por burbuja social. Estos datos nos ayudaban a:

1.- Trazar quienes estaban en que zonas

2.- Ubicación

3.- Escalonamiento de accesos y salidas

4.- identificación de usuarios

Una vez aceptado su prerregistro, el usuario recibía una serie de indicaciones para una mejor experiencia.

A la par de los ensayos y montajes, las reuniones de seguimiento se daban para asegurar cero contratiempos.

Y bueno, llego lo mejor, los ensayos y esa adrenalina de ver el montaje, los ajustes, los cambios, etc.

Orquesta en sala, con cubrebocas y por secciones. Los vientos estuvieron alejados de las demás secciones.

Y mientras la orquesta ensayaba, vestuario y otras áreas también hacían lo propio

Programas especiales para redes, previo a la gala de ópera
Área de vestuario
Ensayos escénicos
Parte de los ensayos fueron en sala, pero la gala fue en el exterior, para mayor seguridad de todos.
Ensayos al exterior , con las implicaciones en el audio, iluminación y temperatura.

Y se llegó el día de la Gala, comenzando con los llamados para maquillaje y vestuario.

Todo preparado ya, con la sana distancia entre burbujas y el acomodo de cámaras y equipo de apoyo.
La cobertura era estatal y por ende, la gala debía verse bien en sitio pero también en televisión, por eso los ensayos de audio e iluminación.
La transmisión en vivo incluía videos y todo estaba ajustado de tal manera que fuera un trabajo muy coherente y unificado
Todos debían portar cubrebocas y permanecer en sus asientos
La distancia entre orquesta y público permitía tener esa seguridad, pero también se hizo de tal manera que lo que pasaba en el “escenario” pudiera ser visto en tiempo real y con pantallas laterales.
Un pequeño fragmento de una de las arias de ópera
Buscamos que la escenografía natural del teatro fuera el marco perfecto y con la iluminación logramos el objetivo.

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Lo más importante que me dejo esta experiencia es que es posible generar experiencias que vayan más allá de lo que ahora vivimos, si bien la sana distancia y las medidas de higiene y salud privan los eventos, lo cierto es que contar una historia y usar elementos para reforzar la misma son fundamentales para generar emociones y sentimientos.

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